Igualdad y equidad en el sistema del arte

AMPARO ZACARÉS PAMBLANCO

Vivimos un momento en el que la demanda de igualdad y equidad en el sistema del arte ha ido tomando cada vez mayor presencia. Es cierto que aún queda mucho por hacer, pero también lo es que estamos asistiendo al nacimiento de una nueva sensibilidad que impulsa la recuperación de los referentes femeninos en el arte y la cultura.

Esta situación coincide con el despertar del feminismo que en la actualidad se configura como un movimiento de masas 1 , intergeneracional y transversal, en cuya agenda destaca la urgencia de instaurar la justicia de género en el ámbito social, laboral y académico. Estamos viviendo, pues, el resurgir de aquel sentir general en pro de un concepto universal de igualdad no excluyente. Las etapas previas que ayudaron a llegar hasta aquí, tuvieron su génesis en las reivindicaciones que las mismas mujeres, como sujeto colectivo de transformación social, expusieron en el ambiente revolucionario francés del siglo XVIII, en el sufragismo anglosajón de finales del XIX y en el feminismo radical de los años setenta del siglo pasado. Y hoy, cuando se han cumplido ya dos décadas del siglo XXI, la apuesta no es sólo poner en valor las obras que en el presente realizan las mujeres artistas sino también repensar el paradigma cultural androcéntrico que en el pasado las ha omitido y expulsado de la historia del arte.

Con todo, hablar de equidad e igualdad en el sistema del arte nos remite a aquel artículo que publicó en 1971 Linda Nochlin, en el que se preguntaba “¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?”2. Una interrogación que tenía como respuesta la discriminación estructural que sufrían al no atribuirse valor a sus creaciones artísticas por prejuicios sexistas. Sin embargo, todo empezó a cambiar cuando J.W. Scott defendió que el género era una categoría útil para el análisis histórico.3 Su estudios hizo que Lucy Lippard y otras teóricas feministas siguieran esa orientación en sus investigaciones. Aquellos primeros pasos en el camino hacia la igualdad coincidieron con el nacimiento del arte feminista de los años setenta del siglo XX y tuvieron como representantes destacadas a las artistas Judy Chicago y Miriam Schapiro. Con ese espaldarazo, aunque de manera muy incipiente, las mujeres artistas comenzaron a tener visibilidad y recibir el reconocimiento que merecían. En esa dinámica empezaron a caer los tópicos relacionados con los estereotipos de género y a desvelarse el canon androcéntrico que ha dominado hegemónicamente la historia del arte y de la cultura. De este modo, se hacía evidente la desigualdad de trato que la mujeres artistas habían recibido y la injusticia que supuso el que, durante siglos, tuvieran asignado el rol de musas o modelos y no fueran consideradas Sujeto de creación, ni pudieran asistir a las academias de arte ni aprender el oficio.

Nada de todo esto les pasó inadvertido al grupo activista feminista conocido como Guerrilla Girls y así lo denunciaron en 1985 en su «Código ético para Museos de Arte» (1985). Un texto que contenía un decálogo en el que en clave irónica enunciaban como mandamiento: «Admitirás ante el público que términos como genio, obra maestra, seminal, potente, duro, enérgico y poderoso, tan sólo se utilizan para apoyar el mito e inflar el valor de mercado de los artistas blancos varones»4. Aquellas protestas fueron determinantes para marcar una línea de actuación en el mundo del arte en clave feminista. Y mientras esto ocurría a nivel internacional, en el panorama del arte valenciano contemporáneo habría que remontarse también a los años 70-80 del siglo pasado para reseñar que en esas décadas se produjo un aumento destacable de mujeres dedicadas al mundo del arte5. El afán por defender la calidad de su arte fue la característica que reunió a aquellas artistas, entre las que pueden citarse a Maribel Domènech o Carmen Calvo. Es más, sus prácticas artísticas sirvieron de impulso a generaciones posteriores que en las décadas siguientes realizaron obras de marcado carácter feminista. Es entonces cuando se concentra la atención en las experiencias vitales que proceden de la diferencia de género. En este grupo de artistas más jóvenes asoma con fuerza una impronta vindicativa que se repite con independencia del sello original de la artista y del medio que utilice como expresión artística, ya sea video, performance, instalaciones o acciones. Entre ellas, en los años noventa, cabe destacar a Mau Monleón-Pradas, artista multidisciplinar, comisaria feminista y docente universitaria de la Universidad Politécnica de Valencia, impulsora del proyecto #PortalDeIgualdad Campaña por la Igualdad entre mujeres y hombres en el museo y en la educación, presentado en redes el 7 de septiembre de 2020 y que fue producido por encargo del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) bajo la dirección de José Miguel Cortés.

Desde el primer momento, en esta campaña artística de arte público trasmedia, la artista consciente de que la igualdad es aún más formal que real, enuncia su compromiso con la LO 3/2007 para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres 6. Esta ley, en su Artículo 26, defiende políticas activas para hacer efectivo el principio de igualdad en el ámbito de la creación y producción artística e intelectual. La ley incide, expresamente, en «adoptar iniciativas destinadas a favorecer la promoción específica de las mujeres en la cultura y a combatir su discriminación estructural y/o difusa». En esa misma línea, señala que hay que «promover la presencia equilibrada de mujeres y hombres en la oferta artística y cultural pública». Tales orientaciones se presentan urgentes para eliminar la brecha de género que todavía persiste en los órganos consultivos,  científicos y de decisión dentro del sistema del arte. De hecho, esta situación de desequilibrio de género lo corroboran los últimos informes Aernet y MAV. El primero, fechado en 2019, dejó de manifiesto que la representación de artistas femeninas era solo de un 2%. Por su parte, el segundo que data de 2020, evidenció que el porcentaje de mujeres artistas en ARCO sigue siendo mínimo, apenas un 7%, en los últimos diez años.

La existencia de esta injusticia llevó a la artista a crear la campaña #PortalDeIgualdad7 demandando igualdad (reconocimiento de derechos equivalentes para mujeres y hombres) y equidad ( apelación a la justicia para desarrollar políticas de acción positiva que faciliten la igualdad de oportunidades entre ambos sexos). Para ello comenzó con un llamamiento en redes que tuvo mucha repercusión tanto entre el público general como en el especializado del mundo del arte. Tras ese primer momento de movilización, en una segunda etapa de sensibilización, creó un cartel para una valla publicitaria, donde, sobre fondo rojo con grandes letras en blanco, se leía «espacio para mujeres». A este mismo mensaje y, parafraseando el eslogan de la campaña que difundieron John Lennon y Yoko Ono en 1969, añadió en una tipografía más pequeña la exclamación «¡Si tu quieres!». Finalmente la valla publicitaria, con el cartel y sus dos leyendas, se colocó en el entorno del Pati Obert del IVAM para posteriormente trasladarla a la Universidad Politécnica de Valencia y pasar a formar parte del parque escultórico de dicha universidad.

Todo hubiera podido finalizar ahí pero la intención de generar una corriente de opinión favorable a un portal de igualdad en las webs de los museos y de los centros de arte como algo urgente y deseable, condujo a la artista a plantear un Manifiesto en favor de un Portal de Igualdad. Este documento se redactó colaborativamente y se difundió a la opinión pública el 29 de octubre de 2020. El principio programático que guía este texto es el de dar visibilidad y reconocimiento a las aportaciones de las mujeres artistas a fin de que la cultura sea más justa y democrática. En su trasfondo aludía consecuentemente a las buenas prácticas museísticas, acordes con una representación social equilibrada. El Manifiesto se leyó en varios idiomas y se difundió en redes solicitando su adhesión. Fue firmado tanto a nivel individual como a nivel institucional por diversas asociaciones y entidades culturales. Hasta la fecha se siguen recibiendo adhesiones puesto que la posibilidad de adherirse continúa en activo y puede realizarse a través del código QR que lo permite

La lectura del Manifiesto supuso un punto de inflexión entre las personas que, procedentes del ámbito de la creación artística, de la docencia universitaria y de la gestión cultural, colaboraron con la artista en su campaña por la igualdad y la equidad en el arte. La necesidad de seguir generando conciencia social y mantener viva esta campaña, impulsó la creación de la Colectiva Portal de Igualdad que se constituyó como tal en diciembre de 2020. Desde entonces este órgano colaborativo y consultivo, formado por un grupo de 15 activistas 8, funciona reuniéndose regularmente para preparar acciones con las que continuar reivindicando la perspectiva de género en los espacios del arte. A tal efecto, con fecha 29 de cada mes, rememorando el día que se dio a conocer el Manifiesto Portal de Igualdad, la Colectiva Portal de Igualdad presenta en prensa las acciones realizadas en ese mes en cuestión. Entre muchas pueden destacarse, el Women Artist Museum (WAM)9, un museo virtual colectivo y participativo dedicado al fomento de la presencia de las mujeres en las artes, así como acciones relacionadas con la participación en medios de comunicación y foros universitarios como en el foro: «Las Mujeres cambian los Museos. De la igualdad a la equidad», que tuvo lugar en junio de 2021 y que se desarrolló desde la plataforma on line de la Universidad Complutense de Madrid, en unión con la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Sao Paulo de Brasil. Poco más tarde, en noviembre de ese mismo año, la Colectiva presentó el #PortalDeIgualdad en el ForoMAV21 que se celebró en Valencia y que tuvo como sede al Centro del Carmen de Cultura Contemporánea (CCCC).

Cabe también subrayar que la Colectiva cuenta ya con su primera exposición que se inauguró el 16 de noviembre de 2021 en la Sala Manuela Ballester de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universitat de València, con el apoyo de Vicerrectorado de Cultura de esa misma universidad, con el del Instituto Universitario de Estudios Feministas y de Género “Purificación Escribano” de la Universitat Jaume I de Castellón y con el del Ayuntamiento de Algemesí. La exposición atendía al título de #Manifest en conmemoración al primer aniversario de su difusión y lectura pública. La muestra reunía únicamente las acciones realizadas desde el inicio de la campaña en septiembre de 2020 hasta noviembre del 2021. En su conjunto, combinaba lo artístico con lo informativo, destacando su carácter de arte público feminista, transmedia y colaborativo. Ya en 2022, la Colectiva afronta un salto cualitativo en su trayectoria activista con la inauguración de su segunda exposición en la Sala d´Exposicions Municipal-Cassino Lliberal de Algemesí. En esta ocasión la muestra, titulada Artivisme Feministe, incluye por primera vez obra de las artistas que componen la Colectiva, como son Liliam Amaral, Mar Caldas, Celeste Garrido Meira, Yolanda Herranz Pascual, Rosa Mascarell-Dauder, Mau Monleón-Pradas, María Penalva-Leal (Alisia), Manola Roig Celda y Bia Santos. Este es un factor diferencial importante porque añade la posibilidad de trascender el concepto de un arte feminista y pasar a contemplarlo directamente en la concreción de las piezas que se exponen. Ese rasgo distintivo constituye un paso más en la normalización de las mujeres en el sistema del arte, cumpliéndose así el requerimiento de igualdad y equidad que demanda la Colectiva.

En suma, en estos momentos, en los que se conoce que la ausencia de las mujeres en las galerías, en los museos y centros de arte contemporáneos, no se debe a criterios de calidad artística sino al canon androcéntrico dominante, al techo de cristal o al hecho de que gran parte de los coleccionistas y ejecutivos en la industria cultural sean varones, es preciso combatir las inercias sexistas que todavía persisten. Precisamente, a ello dedican sus energías el grupo de activistas que conforman la Colectiva. Puede decirse que, en este primer año y medio de acciones, el balance es positivo. Han logrado traspasar fronteras y recibido el reconocimiento en varios foros nacionales e internacionales al igual que de organismos institucionales. Aún así, saben bien que el trayecto acaba de comenzar. Y lo saben porque su pretensión no se agota en un mero cambio en los programas expositivos sino que buscan un giro epistemológico de mayor calado que normalice la presencia de los referentes culturales femeninos en la historia del arte.

Es cierto que corren mejores tiempos y que se vislumbran otras sensibilidades pero falta que germine, de manera real y no solo formal, la semilla de la igualdad. Por eso mismo, la Colectiva dedica un esfuerzo constante al mundo de la educación en todos sus niveles, a la investigación académica, a la observación de buenas prácticas museísticas y a la creación de redes internacionales vinculadas con la equidad. Tratan de encaminar sus acciones hacia un nuevo paradigma que ofrezca una visión holista y no sesgada de la cultura. En definitiva, esperan contribuir a que las aportaciones artísticas de las mujeres puedan ser visibles, reconocidas y tener cabida en el sistema del arte. Un aspiración justa y merecida que está en sintonía con el despertar del feminismo actual y al que cada vez se adhieren más sectores de la población. A este sentir general es al que la Colectiva Portal de Igualdad se suma cada mes, como viene haciéndolo desde su constitución hasta hoy, en este mes de marzo de 2022, con esta exposición.

1 Cobo Bedia, Rosa ( 2020): ‘La cuarta ola feminista y la violencia sexual’ , en Investigació i Gènere a la Universitat Jaume I (pp.23-30). Castellón de la Plana: Publicaciones de la UJI<

2 Nochlin, Linda (1988). Why there have not been great women artists?. In L. Nonchlin. Women, Art and Power an other essays ( pp. 145-178)). London : Westview.

3 Scott, Joan W. (2000). El género : una categoría útil para el análisis histórico. En M.Lamas (Comp.), El género. La construcción cultural de la diferencia sexual (pp. 21-33). México: PUEG/UNAM-Porrúa.

4 Guerrilla Girls (1985) «Code of ethics for Art Museums », en Guerrilla Girls 1985-2013, Catálogo (2013), Bilbao: Centro de Arte y Cultura Alhóndiga.

5 Beriguistáin Alcorta, Maite. (2014) : Los últimos 30 años (y algo más ) del arte valenciano. Las cuestiones de género (pp.58-77) En torno a los últimos 30 años del arte valenciano contemporáneo (I). Valencia: Real Academia de Bellas Artes.

6 https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2007-6115 [Fecha de consulta 28/02/2022]

7 Zacarés Pamblanco, Amparo y Mau Monleón-Pradas (2021) :«Arte público activista. Estrategias participativas y trasmedia en el proyecto feminista #Portaldeigualdad dirigido a la transformación de los museos y los centros de arte» en ANIAV, 4, Revista de Investigación en Artes Visuales de la UPV, 08. Disponible en https://riunet.upv.es/handle/10251/165177 [Fecha de consulta 28/02/2022]