ENTREVISTA A ROCÍO DE LA VILLA

Exposición: Maestras
Museo Nacional  Thyssen Bornemisza
Madrid – diciembre 2023- febrero 2024

Exposicion MAESTRAS: Rocío de la Villa y Yolanda Herranz Pascual

Buenas tardes Rocío, antes que nada queremos felicitarte por la labor de comisariado que has realizado para Maestras en el Museo Nacional Thyssen Bornemisza. Una exposición que estamos seguras se recordará por contribuir a cambiar el paradigma androcéntrico predominante en la historia del arte. Quedan pocas semanas para su clausura y nos gustaría preguntarte algunas cuestiones al respecto y difundirlas a través de la web de la Colectiva Portal de Igualdad de la que también formas parte.

Nos gustaría saber ¿cual fue el criterio que seguiste para la selección de obras? ¿Hubo alguna dificultad para que las obras fueran cedidas?

La exposición es un recorrido histórico desde finales del siglo XVI a los años treinta del siglo XX en Occidente a través del planteamiento de ocho cuestiones concretas importantes para la historia de las mujeres y también para las artistas, que funcionan como ocho micro exposiciones, localizadas en lugares y periodos determinados en los que confluyeron circunstancias favorables para las artistas, con iconografías muy cerradas, en géneros artísticos determinados. Estas exigencias que benefician la comprensión de los relatos que se cuentan para los visitantes, sin embargo, han dejado fuera decenas y decenas de obras y artistas maravillosas, porque no encajaban en el relato, o porque precisamente podíamos conseguir el préstamo de otras obras, pero no de las que pedíamos. El proyecto desde el principio tuvo muy buena acogida y disposición de los prestatarios, pero estos, sean instituciones públicas o coleccionistas privados, actualmente se ven asediados por muchas peticiones de numerosos proyectos sobre artistas mujeres y les cuesta prestar piezas que hoy en día son consideradas principales en sus colecciones. Sin duda, una exposición como Maestras hubiera sido imposible realizarla en una institución menos respetada y con menos vínculos con otras instituciones que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Nos ha llamado la atención que el cuadro que ilustra la portada del catálogo sea el de Artemisia Gentileschi, Judith y su criada (1618.1619) y que, para la entrada a la sala del museo, se haya reproducido el cuadro de la pintora austríaca Helene Funke, titulado En el palco (1904-1904). Ambos cuadros constituyen principio y final de la muestra, pero hay ¿algún motivo específico por el que han ocupado este lugar tan destacado?

Además de ser dos pinturas magníficas, que pueden codearse, una de la muy conocida y popular Artemisia Gentileschi y la otra, de una artista austriaca prácticamente desconocida en nuestro país, en ambas representaciones encontramos una pareja y un trío de mujeres, con lo que se pretende sugerir la idea de sororidad, de compañerismo y complicidad entre mujeres, que es una noción que inspira de principio a fin esta exposición.

Sabemos que la exposición ha tenido una gran repercusión a nivel nacional e internacional, con una gran afluencia de público visitante desde su inauguración. Podrías señalarnos alguna reseña o crítica que consideres determinante y haya colocado a Maestras en el circuito de las exposiciones recomendadas a visitar.

La exposición ha tenido un gran eco mediático, pero creo que entre el público ha funcionado más el boca a boca. Muchísima gente nos ha expresado su emoción, que ha motivado que visitaran varias veces la exposición, acompañadas de otras amigas. Y hablo en femenino porque, aunque por supuesto también ha recibido visitantes hombres, las mujeres de cualquier generación sienten una honda alegría tras la reparación que supone para ellas recuperar su propio legado femenino.

Por otra parte, no todas las críticas publicadas han sido positivas. En ciertos medios, contagiados por la polaridad ideológica que hoy atenaza a nuestro país, les ha molestado que la exposición se declare abiertamente feminista  y esté articulada como un transcurso desde el descubrimiento del poder del discurso patriarcal con la primera generación de literatas y artistas conscientes de “la causa delle donne” – como se denominó en Italia la Querelle o Disputa de las mujeres-, hasta las primeras décadas del siglo XX, cuando en la mayoría de los países occidentales se logra el sufragio universal y las mujeres llegan a ser ciudadanas.

Nos parece un gran acierto la misma estructura organizativa de la exposición, inspirada en la noción de sororidad, vertebrando varios períodos históricos y géneros artísticos. Da una visión de conjunto de la presencia de las artistas  mujeres en la historia del arte, dejando al descubierto que no han sido una anécdota ni están en los márgenes de los movimientos culturales de la época en la que vivieron. En ese sentido ¿crees que la exposición supone un punto de inflexión en el paradigma sesgado y androcéntrico vigente aún en la historia del arte?- ¿En qué dirías que supera Maestras a la exposición Heroínas en 2011 en el Museo Thyssen-Bornemisza ?

A pesar de que ya han transcurrido 70 años de historiografía feminista del arte y de que legiones de historiadoras feministas han descubierto cientos si no miles de artistas, reatribuido obras, resignificado interpretaciones, etc, etc., el discurso hegemónico patriarcal sigue predominando en los museos, guardianes del canon. Y todavía muy pocos museos son capaces de superar la “excepcionalidad” si abordan obra de autoras. En cuanto al Museo Thyssen, si recordamos que Heroínas, comisariada por Guillermo Solana, fue un intento de discutir el estereotipo de la mujer débil, delicada, pasiva con representaciones de mujeres fuertes pero a cargo de artistas varones -solo una sección de autorretratos tenía autoría femenina-, podemos valorar el importante giro desde entonces: produciendo exposiciones sobre las artistas presentes en su colección (Sonia Delaunay, las vanguardistas rusas, Georgia O’Keeffe); subrayando la igualdad numérica de género en exposiciones como Los realistas de Madrid; y sobre todo, apoyando el programa Kora, de visibilización de artistas mujeres residentes en España, que este año celebra su séptima edición, y el programa de performance Visión y presencia, ya en su tercera edición. Y durante este 2024, tras Maestras, la programación en femenino continúa, con importantes monográficas de Isabel Quintanilla, Rosario de Velasco y Gabrielle Münter. Además, ya hemos comenzado a trabajar en una exposición en continuidad con Maestras: arrancará en los años treinta, analizará el efecto de la primera ola tras el logro del sufragio universal, para abordar después las sucesivas olas hasta llegar al MeToo, es decir, hasta hoy.

Por otra parte en cuanto a la gestión cultural con perspectiva de género ¿cómo ves el panorama museístico con respecto a la voluntad de cambiar la narrativa de las colecciones para conseguir espacios más igualitarios?.

En nuestro país, en mi opinión, los museos de arqueología van muy por delante de los museos de arte en ese cambio de la narrativa desde una perspectiva de género. En los museos de arte, los avances todavía son escasos y casi siempre dejan a salvo la vieja narrativa. Es un logro reciente que organicen exposiciones individuales de artistas mujeres pero generalmente son tratadas y difundidas como excepciones y, por tanto, como una operación efímera que ni llega a rozar la narrativa patriarcal del museo.

Finalmente, dado que desde 2020 formas parte de la Colectiva Portal de Igualdad, ¿consideras que esta exposición que has comisariado se encuentra en la línea del activismo artístico de la misma Colectiva que reclama la igualdad en los museos, en los centros de arte contemporáneo y en la educación?.  En otras palabras, puesto que los museos son lugares de encuentro, de diálogo y tienen una función educadora determinante ¿qué relación crees que puede establecerse entre arte, activismo y educación?.

Habitualmente, asociamos el término activismo a prácticas situadas al margen de la institución. Sin embargo, también dentro de la institución se puede intentar trabajar de manera horizontal. Maestras, por ejemplo, ha contado con un grupo coral, donde se ha distribuido la responsabilidad de la organización de diversas actividades complementarias: curso de conferencias, ciclo de cine, aportaciones de profesionales de otras disciplinas en la web, simposio internacional … Hay que tener en cuenta que ante la dejación de responsabilidad por la formación en Humanidades por parte del Estado, en el museo recae una porción importante. Que el museo asuma esta responsabilidad, en diálogo con la sociedad, trabajando en las cuestiones y con los valores que importan hoy, consciente de la necesidad de desarrollo de diversas líneas de trabajo en correspondencia con la segmentación plural de públicos (por edad, clase, sexo, origen étnico y cultural, orientación de género, diversidad, etc.) decide si un museo es apto o no para la educación en igualdad (en las diferencias). En este sentido, Maestras no es solo una narrativa que rebate sin paliativos la historia del arte excluyente. Además, esperamos que esta recuperación histórica contribuya a una revaluación del valor de las artistas en el sistema del arte contemporáneo, que también debe asumir esta prolongada genealogía, dejando de tratar a las artistas como recién llegadas. Al igual que en Maestras presentamos artistas cuyas obras alcanzaron cotizaciones muy superiores a las de sus bien conocidos colegas, deberíamos asistir a récords de subastas con obras de artistas mujeres en los primeros puestos.

Gracias Rocío por tu tiempo y te reiteramos la enhorabuena por la exposición Maestras, una felicitación que hacemos extensiva al equipo del Museo Nacional Tyssen-Bornemisza que ha logrado reunir las obras de tantas mujeres artistas, desde el siglo XVI hasta principios del siglo XX, probando de manera incontestable que la contribución de las mujeres en la historia del arte exige un relato no sesgado por el canon masculino.  

Colectiva Portal de Igualdad
Rosa Mascarell-Dauder
Mau Monleón-Pradas
Yolanda Herranz Pascual
Manola Roig Celda
Amparo Zacarés-Pamblanco